Verbum Español
La comunión de los santos abarca la unión espiritual de todos los seguidores de Cristo, tanto los vivos como aquellos que han traspasado el umbral de la vida terrenal. Esta comunión forma una intrincada red que une a la Iglesia en sus distintas manifestaciones: la Iglesia militante, la Iglesia purgante y la Iglesia triunfante.
Cuando declaramos “Creo en la comunión de los santos”, reconocemos la realidad de que nuestra fe no está confinada a un lugar o tiempo específico. Estamos unidos a creyentes en todas partes del mundo (la Iglesia militante), compartiendo las mismas verdades espirituales y luchando por vivir según los principios de la fe cristiana.
La tecnología moderna y las comunicaciones globales nos han permitido fortalecer aún más esta comunión. Podemos orar y conectarnos con creyentes en otras partes del mundo de manera instantánea. A través de las redes sociales, medios en línea y eventos ecuménicos, experimentamos la riqueza de las diversas expresiones culturales de la fe y nos unimos en oración por causas comunes.
Este sentido de comunidad transcultural también nos brinda la oportunidad de brindar apoyo espiritual a los cristianos que enfrentan desafíos y persecuciones en distintas partes del mundo. Podemos compartir recursos, alentar, orar y solidarizarnos con aquellos que están pasando por dificultades. A medida que avanzamos en nuestro peregrinaje terrenal, encontramos aliento en la intercesión de aquellos que nos precedieron en la fe, los miembros de la Iglesia purgante.
La Iglesia purgante consiste en aquellos fieles que han partido de este mundo pero aún no han alcanzado la plenitud de la comunión con Dios en el Cielo. Estas almas están en un proceso de purificación, preparándose para la unión eterna con Dios. Nuestro amor y oraciones por ellos contribuyen a su proceso de purificación y, a su vez, fortalecen la unidad de la comunión de los santos.
Por último, la Iglesia triunfante representa a los santos que ya han sido glorificados y disfrutan de la plenitud de la presencia de Dios en el Cielo. Son testigos de la victoria final sobre el pecado y la muerte. Aunque físicamente ausentes de la Tierra, continúan influyendo en nuestras vidas al interceder por nosotros ante Dios y brindarnos ejemplos de santidad a seguir. En esencia, la comunión de los santos trasciende los límites del tiempo y el espacio, uniendo a los fieles de todas las épocas y lugares. A través de esta comunión, compartimos una hermandad espiritual que nos fortalece en nuestra peregrinación, nutre nuestras almas en proceso de purificación y nos inspira a seguir el ejemplo de los santos glorificados.
Para estudiar más este tema, la tienda de Verbum incluye los siguientes recursos:
• Palabras de amor: Guía del amor humano y cristiano, por Xabier Pikaza Ibarrondo
• La Iglesia, por José Ramón Pérez Arangüena
• El cristianismo en la historia, por José Carlos Martín de la Hoz
• Constituciones y Exhortaciones Apostólicas de Juan Pablo II y Benedicto XVI (28 vols.)
• Catecismo del Santo Concilio de Trento
