Verbum EspañolHáblenos un poco sobre usted y sobre qué lo atrajo a la vida religiosa benedictina.
Hola a todos, soy el Padre Ephrem Martinez OSB, originario de la ciudad de Cuernavaca, Morelos, México. Yo nací y crecí en el seno de una familia católica practicante. A partir de los 15 años empecé a participar en un grupo de jóvenes de mi parroquia con perfil misionero y eso me hizo considerar el sacerdocio durante mi adolescencia. Ingresé al Seminario Diocesano de Cuernavaca y permanecí como estudiante por ocho años, mi año de pastoral (viviendo en una parroquia de tiempo completo por un año) me di cuenta que la vida diocesana no era mi vocación. Cuando termine el año de pastoral ingresé inmediatamente al monasterio benedictino de Cuernavaca, el cual se encuentra muy cerca del monasterio. Mi familia conocía este lugar desde que yo era pequeño y algunas veces visitamos sus instalaciones. Cuando fui seminarista tuve oportunidad de conocer mejor la vida benedictina porque tenía profesores y un compañero de clase que eran monjes. Profundizar más en mi fe y en mi vida espiritual fueron los motivos principales que me llevaron a ingresar a la vida monástica.
¿Qué es la Regla de San Benito? ¿Es solo para monjes?
San Benito fue un hombre que vivió a mediados del siglo VI, él heredó una rica tradición monástica de los padres del desierto y de otros grandes padres de la Iglesia. Aunque inició su experiencia de Dios como un ermitaño viviendo en una cueva, pronto surgió la necesidad de abrazar la vida cenobítica (vida monástica en comunidad). Al alcanzar cierta fama de santidad y sabiduría, muchos quisieron imitarlo y surgió la necesidad de escribir un documento que regularizara la vida monástica de aquellos hombres. San Benito se convirtió en un padre espiritual y por eso tuvo que poner por escrito sus ideales para hacer del monasterio una “escuela al servicio de Dios.” La Regla de San Benito es una reflexión profunda sobre las Escrituras y su aplicación práctica a la vida cotidiana. No solo los monjes encontraron en este documento una fuente espiritual inagotable, sino que hombres y mujeres de todas las condiciones sociales se vieron beneficiados por dicho texto. Muy pronto surgió la rama de los laicos que quería unirse espiritualmente a una comunidad benedictina para aprender su camino de perfección, ellos fueron llamados Oblatos, porque hacían de su vida una oblación agradable a Dios.
¿Qué papel podría jugar la tecnología en la vida contemplativa?
Sin duda alguna, cada época de la historia trae consigo sus propios retos, la Orden de San Benito tiene más de quince siglos de existencia y ha tenido que enfrentarse y adaptarse a muchos cambios. La vida contemplativa es un don del Espíritu Santo a la Iglesia y para la Iglesia y no se puede entender de manera aislada. La era digital es una nueva etapa de la historia del hombre y no se puede satanizar lo novedoso. La tecnología es algo querido por Dios, puesto que nos ha dado la capacidad de descubrir y experimentar en todas las artes y las ciencias, nuestra fe no se opone a ellos. Al contrario, los avances tecnológicos y científicos mejoran nuestro entendimiento sobre nosotros y la realidad que nos rodea. Sin ignorar los peligros que corre una falta de ética en el uso de las cosas, la tecnología es una herramienta de mucho valor para promover, animar y compartir los frutos de la vida contemplativa.
¿Cuáles son sus recursos favoritos para su estudio?
Definitivamente los comentarios de los Padres son un recurso primario para mí. San Benito mismo anima a sus monjes a sumergirse en la sabiduría de los Padres. La Lectio Divina es una característica importante de la espiritualidad benedictina, por eso los comentarios exegéticos son muy valiosos para mi estudio personal. Algunos de mis servicios como sacerdote benedictino son: la dirección espiritual para seminaristas y laicos, profesor de espiritualidad y maestro de retiros espirituales; por eso, las obras clásicas espirituales de los santos son esenciales.
El Padre Ephrem Martínez, monje benedictino de la Abadía Mount Angel en Oregon, EE. UU. es maestro de retiros espirituales, director de programas en español para Oblatos y profesor de espiritualidad en el Seminario Mount Angel.
